Kaizen

Kaizen describe una filosofía japonesa de vida y trabajo. El objetivo de esta filosofía es la mejora continua de todas las áreas de una empresa. Traducido literalmente, Kai significa “cambio, transformación” y Zen significa “para mejor”.

El sistema Kaizen se originó en un Japón económicamente devastado tras la Segunda Guerra Mundial. Los sindicatos lucharon por los derechos de los trabajadores y lograron un principio que todavía existe en Japón. El trabajador individual se beneficia en cierta medida de los beneficios obtenidos por su empresa.

Cada empleado está incluido y adquiere importancia en el éxito de la empresa. Lo ideal es que esto motive a cada empleado individualmente a ser mejor cada día y, al mismo tiempo, anime a la empresa a formar y promocionar a sus empleados de la mejor manera posible.

Los pilares del Kaizen

El objetivo a largo plazo del Kaizen es que los empleados se interesen por mejorar continuamente su rendimiento. Implicar a los empleados también tiene la ventaja de que se identifiquen con la empresa.

  1. Garantía de calidad
    La calidad de los servicios y productos debe estar garantizada por el éxito continuado de la empresa.
  2. Mejora de la calidad
    La calidad de los servicios y productos debe revisarse y mejorarse constantemente.
  3. Reducción de costes
    Los costes de explotación deben reducirse mediante optimizaciones constantes en todos los ámbitos.
  4. Eficacia en el tiempo
    Gracias a la mejora de cada uno de los empleados, la eficacia de la empresa aumenta considerablemente.

Los objetivos primordiales del Kaizen son la satisfacción del cliente y la maximización continua de los beneficios. El objetivo no es la innovación rápida, sino el trabajo continuo y la mejora de las estructuras existentes.

Kaizen en la logística

En el sector de la logística, el principio Kaizen puede aplicarse a diferentes áreas.

Las existencias pueden aprovecharse al máximo gracias a una planificación sistemática y óptima, y el espacio de los almacenes puede aprovecharse al máximo en todo momento. Con una buena planificación de la ruta, se puede ahorrar tiempo, calcular los tiempos de llegada y aumentar la eficiencia del tiempo.

Los procesos de trabajo se mejoran continuamente mediante la formación periódica de los empleados. Las opciones de facturación inteligente permiten atender a los clientes aún mejor y más rápido. Esto crea una mejora constante paso a paso, día a día.

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